Puede que no piense mucho en el pago de su factura eléctrica todos los meses. Y si lo hace, bueno, no es más que el costo de hacer negocios, ¿no? Pues no del todo. Si dedica un momento a considerar la energía que probablemente está pagando por esa sala de su oficina que nadie parece usar nunca, sin duda querrá aprender a reducir los costos energéticos de su negocio.
El hecho es que, dependiendo del tamaño de su organización e instalaciones, puede reducir su factura de electricidad en miles de dólares cada mes con solo seguir unos pocos y sencillos pasos para aumentar la eficiencia energética de sus oficinas. He aquí un resumen de los consejos específicos y los cambios sencillos que puede aplicar para sumar ahorros de energía a corto y largo plazo.
- Realice una auditoría energética
Nada hace que el corazón se acelere tanto como la palabra “auditoría”. Pero, aun sonando temible, cuando se trata de los costos y el uso energéticos de su negocio, pasa a ser algo deseable. Obtener un informe de un auditor energético cualificado puede ayudarle a determinar a dónde va su dinero cada mes, cómo aumentar la eficiencia energética y cómo reducir las facturas de electricidad. - Cuando no se estén usando, apague las luces y los equipos
Este paso puede parecer obvio, pero le sorprenderá cuánta energía consumen todos esos ordenadores, monitores, impresoras y otros dispositivos mientras se dejan allí sin usar pero encendidos. Al asegurarse de que están en “modo de reposo” o apagados completamente durante la noche, no pagará por una electricidad que ni siquiera está usando. Introduzca en la rutina nocturna de alguien un recorrido rápido por la oficina apagando los equipos inactivos. Lo mismo ocurre con los aparatos de la sala de descanso, como microondas, cafeteras, radios y televisores. Un consejo es conectar todos estos vampiros de energía a una sola regleta, para poder apagarlos a la vez cuando se salga por la puerta.
- Aproveche la luz natural del sol tanto como pueda
¡Deje que entre el sol! Abra las persianas alrededor de sus espacios de trabajo para aprovechar al máximo la luz del día y aproveche las claraboyas u otras fuentes de luz natural para reducir sus necesidades de iluminación durante las horas de luz. También vale la pena ver si hay áreas de su oficina que están demasiado iluminadas y eliminar cualquier iluminación que no sea necesaria.
- Instale bombillas fluorescentes compactas o diodos emisores de luz (LED) de larga duración
Este es un paso que ilustra como ahorrar un poco en muchos lugares puede tener un efecto positivo. Reemplazar una sola bombilla de 60 vatios por una bombilla de bajo consumo de 18 vatios que esté encendida durante 10 horas al día puede ahorrarle fácilmente a una empresa 1 dólar o más cada mes. Multiplique eso por un año entero, y por los cientos (si no miles) de bombillas que pueda haber en su negocio, y estaremos hablando de unos ahorros serios. Las bombillas de bajo consumo no son solo una respuesta inteligente a cómo reducir las facturas de electricidad a corto plazo. Su larga vida útil también le ayudará a ahorrar a largo plazo. Las bombillas LED Energy Star no solo consumen como mínimo un 75 % menos de energía, sino que pueden durar 50 veces más que el promedio de las incandescentes, hasta 20 años.
- Utilice detectores de movimiento y reguladores automáticos que se ajusten a sus necesidades
Lo crea o no, la iluminación representa entre el 18 y el 40 % del uso de electricidad en los locales comerciales. Por lo tanto, actuar con mayor inteligencia respecto a cuándo, dónde y cómo utilizar la iluminación de sus edificios puede suponer un gran ahorro. Considere la posibilidad de instalar detectores de movimiento en pasillos, espacios de reunión y otros lugares donde no siempre sea necesario tener la luz encendida, junto con controladores automáticos de atenuación que midan y se ajusten a los niveles de luz que realmente necesita.
- Instale termostatos programables y utilícelos con prudencia
Un termostato programable le permite ajustar automáticamente la temperatura de su lugar de trabajo cuando no hay nadie (por ejemplo, la mayoría de las noches, fines de semana y días festivos). Configure el suyo para encender el aire acondicionado o la calefacción 30 minutos antes de que llegue la gente y apagarlos de 30 a 60 minutos antes de que todos se vayan. En los meses de más calor, es buena idea ajustar el termostato a 25 grados como máximo durante las horas de oficina para reducir el consumo de energía. Luego, durante los períodos de más frío, ajuste el termostato a un máximo de 20 grados.
- Mantenga el calor dentro (o fuera) con pantallas, láminas y burletes
Si bien es posible que piense que la suave brisa que entra por la ventana de la sala de conferencias no es gran cosa, en realidad se trata de dinero y energía que se va volando del edificio, y es una solución demasiado fácil como para pasarla por alto. Instale o sustituya burletes, selle o coloque espuma aislante alrededor de sus puertas y ventanas para ahorrar energía. Sin embargo, las corrientes de aire no son la única manera en que las ventanas pueden costarle energía y dinero. Las ventanas dejan entrar la luz y el calor del sol, lo que puede aumentar el costo de enfriar la oficina en un clima más cálido. Afortunadamente, hay muchos tratamientos para ventanas que pueden ayudar a su negocio a reducir la ganancia de calor y aumentar la eficiencia energética, por ejemplo, persianas que actúan como pantallas solares, toldos y láminas de alta reflectividad para ventanas.
- Adquiera equipos ofimáticos de alta eficiencia energética
Los ordenadores, monitores, impresoras, faxes, escáneres y fotocopiadoras con calificación energética de alto nivel pueden funcionar de forma mucho más eficiente y apagarse automáticamente durante una inactividad prolongada. Esto puede ayudarle a ahorrar un 50 % o más en el uso energético en estos dispositivos que consumen mucha energía. Y, si su viejo calefactor o aire acondicionado no funciona con la máxima eficiencia, podría consumir energía innecesaria, lo que también le costará dinero. Sustituya los calefactores y unidades de aire acondicionado antiguos por modelos con mayor clasificación energética. - Considere fuentes de energía alternativas y renovables para ayudar a impulsar su negocio
El uso de fuentes comerciales de energía renovable, como la solar, para proporcionar energía a algunas o a todas sus empresas puede ayudar a reducir los costos de energía de su empresa a lo largo del tiempo. Al hacerlo, también se genera energía libre de emisiones nocivas de CO2 y otros gases de efecto invernadero. Después de considerar distintos factores, es posible que ahora sea el mejor momento de invertir en energía solar (u otras fuentes de energía limpia) para obtener la energía que su negocio necesita y pagar menos a largo plazo. La instalación de un sistema de almacenamiento de energía solar comercial también puede ayudar. - Realice el mantenimiento necesario de sus sistemas de climatización para que funcionen sin problemas
Cambie regularmente los filtros de su equipo de climatización, y asegúrese de inspeccionar y limpiar las unidades con la frecuencia recomendada. Mantenga las áreas frente a todas las rejillas de ventilación libres de muebles y papel.
Hace veinte años, si le hubiéramos preguntado a muchos líderes empresariales qué es la eficiencia energética y cómo afecta a sus resultados finales, nos habríamos encontrado con muchas caras de estupefacción. Hemos recorrido un largo camino desde entonces. Y aunque crea que su empresa ya está haciendo su aportación, siempre hay margen para aumentar su eficiencia energética y ahorrar aún más en su factura de electricidad. Aprender a reducir los costes energéticos de la empresa en todas sus oficinas, y utilizar fuentes de energía renovables para generar más energía, puede situar a su organización en una posición mucho mejor para competir y tener éxito.